Esta semana tuve la oportunidad de visitar Chile, un país muy bello, con personas muy amables y que tienen un gran cariño a México, su hermano de américa.
Platicando con los chilenos, me comentaron que la policía chilena es muy respetada por la gente, y que corromper a un paco (como le llaman ellos) es imposible. De inmediato me dijo también, ¿en México no es así verdad? Allá les dan una... ¿cómo le dicen? ... una mordida..., de inmediato le respondí, es verdad.
Entonces, me pregunte ¿cómo le hacen en Chile para que los policías no sean corruptos? y le formulé la misma pregunta al chileno con el que hablaba.
Él respondió:
Aquí se educa a la policía, reciben preparación de alto nivel y son profesionales, en mi país es un honor ser policía.
Tras su respuesta me quedé callado... y asombrado.
Y de nuevo pensé en la policía mexicana....
Quienes no son respetados, no son profesionales, incluso trabajan con el crimen, son corruptos y cómo último recurso deciden ser policías porque es la única forma en la que pueden ejercer poder y autoridad sobre otras personas, de esa forma sentirse superiores al portar un uniforme y un arma, destruyendo la reputación de quienes honestamente quieren proteger a los ciudadanos, mantener el orden y hacer que las personas vivan mejor...
